viernes, 5 de febrero de 2016

Insuficiente.

Todo me parece insuficiente.

¿Qué necesidad de decir esto? No se si verdaderamente busco encontrar apoyo del otro lado, o que alguien me entienda, solo que hay cosas que, indudablemente, no hay orden que las ponga en un lugar que nos satisfaga a todxs. Porque hay gente y gente, y no podés contentar a todos, me dirán. Quizá, pero al no estarme refiriendo a cuestiones partidarias como ser si o si hincha de Boca o San Lorenzo, puedo explayarme un poco más al respecto.

Las 24 horas del día suelen pasarse lento cuando estamos en un estado de aburrimiento tal que queremos que pase el tiempo, pero se pasan rápido mientras buscamos cómo organizar y aprovechar mejor nuestro tiempo, e incluso si llegamos a hacerlo. Sí, pero tenés años para hacer las cosas me van a decir. Por supuesto! Pero a veces no tenemos dimensión de lo rápido que pasa, como un tren, un proceso que repetimos 365 veces y que se nos va, la mayoría de las veces, en exigencia. Porque el cuerpo nos exige, la sociedad nos exige. El descanso es la exigencia del cuerpo de reponer energías, el estudio es la exigencia de la sociedad para que llenes un paquete de arroz que, inevitablemente, va poceándose de a poco, y el trabajo es la exigencia de la máquina para que no dejes de depender de ella. Entonces qué? Está mal instruirse y esforzarse para vivir bien? La respuesta es no, para nada. Solo me quejo del fallo de la relación precio-beneficio en la mayoría de los casos. Porque además del paso rápido del tiempo, tenemos el tiempo libre en el cual no estamos al 100% de las energías debido a que seguimos siendo exigidos para llegar a un nivel para el día o los días subsiguientes, y si no, estamos cansados por lo que consumió todo lo anteriormente mencionado en energía.

¿Qué se me ocurre a mi, a ver que tanto me quejo y protesto sobre todo? Que no nos cobren tanto, que no nos exijan tanto, que no nos conformemos con lo que hay porque es lo que hay y la persona de al lado se resignó como nosotros. Es posible que algo distinto sea posible. Estoy a disgusto con observar que debido al cansancio mental y enérgico todos nos andemos quejando y no disfrutemos de crecer, si no viendo como los días pasan y escasea el tiempo para hacer algo que nos gusta, como perfeccionarnos, emprender algo o recorrer el mundo tan inmenso que tenemos, para lo cual también se nos exigen grandes sumas de dinero que, debido a su grandeza, no nos dejan llegar a todos los lugares que queremos. Bueno, a nosotros, mayoría de población, por lo menos. Porque también hay una minoría que dispone del dinero para hacer lo que quiera y manejarse a su libre voluntad, pero es lamentable decir que, al menos en una gran mayoría de su parte, todo haya sido en base al egoísmo y su funcionalidad a los intereses de quienes tienen una cuota de poder en su haber.

Por lo tanto, mi mente tranquila pero deseosa de revolución, se dignará a seguir quejándose y haciendo lo posible por embellecer todo aspecto de la vida que pueda en base a su propio esfuerzo, porque evidentemente para que la vida sea como queremos necesitamos consideración y sentido común por todas partes, y eso ya es algo utópico en un mundo que tecnologicamente avanza, pero en lo humano lentamente decae y va hacia la distopia.

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